El desarrollo psicomotor es un proceso continuo en el que se produce la evolución de la inteligencia, la comunicación, la afectividad, la sociabilidad y el aprendizaje de forma global y solapada. Transcurre por etapas y depende de la maduración del sistema nervioso central. Todos los niños pasan por todas las etapas, pero el ritmo en la adquisición puede ser distinto para cada niño.
Cuando el niño nace muestra lo que conocemos como reflejos primitivos, que son los que más tarde posibilitarán los movimientos voluntarios. Estos reflejos, innatos en todos los niños, aseguran que el bebé realice las funciones básicas de respirar, comer o girar la cabeza buscando el pecho o la tetina del biberón.
Durante los dos primeros años de vida, el desarrollo de la motricidad y del psiquismo se solapan y están superpuestos a través del desarrollo sensorial, motor y cognitivo, que constituyen el desarrollo psicomotor. En este desarrollo intervienen factores genéticos y factores del entorno en el que vive el niño: Los factores genéticos se refieren a lo que cada niño hereda de sus padres. Por otro lado, según el entorno en el que viva el bebé aprenderá rápidamente lo que le enseñemos. Por eso es tan importante que proporcionemos al niño un ambiente estimulante, la posibilidad de jugar y de explorar, porque así le ofrecemos una oportunidad única de adquirir rápidamente conocimientos. El sexo también influye en cómo un bebé se va desarrollando. Por ejemplo, las niñas tienen más facilidad para aprender el lenguaje y los niños en cambio son genéticamente más hábiles en el desarrollo de la motricidad. Al principio el aprendizaje es muy global, es decir, el bebé aprende de forma simultánea a desplazarse, a prestar atención a lo que le dicen, a establecer un vínculo con la figura de apego, etc. A medida que el bebé va creciendo podemos estimularle de manera más precisa. Podemos estimularle sólo la motricidad, el lenguaje, o la percepción, y así con todas las habilidades.
Es imprescindible que los padres proporcionéis un ambiente rico y estimulante. Vosotros tenéis un papel clave en la estimulación de vuestros hijos, en transmitir el entusiasmo por explorar el mundo que nos rodea, que en definitiva es favorecer la posibilidad de que el niño aprenda. Jugando con vosotros, inmersos en un clima de cariño y de afectividad, vuestro bebé se sentirá seguro y contento de conocer con vosotros lo que hay a su alrededor. Este contexto de amor es clave para crear un buen vínculo con vuestro hijo y para que el aprendizaje tenga éxito. Para el bebé no hay nada tan importante como estar con vosotros y hacer cosas que os gusten, provocar que le deis besos, caricias, haceros reír... y en esto consiste en definitiva aprender. Aunque cada niño es único a la hora de adquirir las habilidades psicomotoras, de forma general, en los siguientes capítulos encontraréis por edades las pautas habituales de evolución del desarrollo psicomotor desde que un bebé nace hasta que cumple dos años, así como unas sencillas actividades para estimular el desarrollo motor de los más pequeños mediante una relación activa y lúdica entre padres e hijos.
Ésta es la introducción que Dodot hace sobre el desarrrollo psicomotor. Artículo completo AQUÍ
También ofrece en su Videoteca una interesante recopilación de ejercicios para llevar a cabo con los pequeños de la casa.
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1 comentarios:
Para el desarrollo psicomotor del niño, los juguetes desempeñan un papel crucial. Estimulan habilidades físicas y cognitivas, fomentando el crecimiento y el aprendizaje de manera divertida y educativa.
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