En los tiempos que corren es difícil sacar tiempo para realizar actividades conjuntas con los hijos, por ello quiero destacar con la entrada de hoy, que cualquier momento puede ser idóneo para ello a la vez que para fomentar el uso del lenguaje y la creatividad. La cocina es un sitio estupendo donde padres e hijos pueden hacer diferentes y divertidas actividades. Pero ante todo, hay que cerciorarse de que sea un lugar seguro, que todos los objetos peligrosos estén fuera del alcance de los niños. Es recomendable marcar previamente unas normas que se han de seguir (lavado de manos, cómo utilizar los objetos de cristal o porcelana, etc).
Sugerencias:
- Ayuda a tus hijos a descubrir las diferencias entre los alimentos (tamaño, sabor, textura, color, olor, etc.). Anímales a que te hablen sobre los cambios en los alimentos mientras se cocinan: "¿Qué aspecto tenía cuando estaba crudo?, ¿Y cuando lo comenzamos a cocinar?, ¿Qué aspecto tiene ahora?".
- Buscad formas y colores diferentes. Jugad a "veo algo que tú no ves y su forma (o color) es..." los niños buscarán los alimentos que coincidan con la descripción dada y ganarán cuando descubran el que tú estabas pensando o viendo.
- Practicar con las diferentes medidas de cantidad (utilizad cucharas, cucharitas, vasos, etc.). Pide a tus hijos que adivinen por ejemplo cuántas cucharadas de agua caben en una taza. Luego, ¡ayúdalos a comprobarlo! Permíteles que viertan agua con cucharas, tazas y jarras. Para aprender antes hay que practicar.
- Hablad sobre características opuestas o contrarias, por ejemplo: grande / pequeño, duro / blando, caliente / frío, suave / áspero, etc.
- Nombrad los aparatos de cocina y sus usos. Por ejemplo, pregunta a tus hijos para qué sirve la tostadora y qué hace el horno. Sugiere algunas medidas de seguridad para usar cada aparato y explícales quién tiene permiso para encenderlos y apagarlos. Pregúntales si hay alguna otra forma de tostar el pan o calentar la comida sobrante. ¡Sus respuestas pueden ser muy creativas!
- Ordenar y clasificar. A la vez que se ordena el frigorífico o la despensa, se puede jugar a clasificar (alimentos refrigerados por un lado, no refrigerados por otro, bebidas infantiles o adultas, etc.) Ordenar por tamaños, forma, fechas de caducidad, etc.
Cuando termineis de cocinar, deja que te ayuden a recoger, sigue en la misma línea, haz que sea algo divertido y estimulante. Por ejemplo dales una bayeta y aconséjales que tienen que pasarla de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo (siguiendo la dirección de la lectoescritura). También podeis aprovechar el agua jabonosa del estropajo para escribir o dibujar sobre la superficie a limpiar.
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