La música activa la misma zona cerebral que la alimentación y el sexo, nos es extraño pues que la música tienda a hacernos felices. Pero no todo el mundo la percibe igual, depende de dónde esté, depende de si la persona es diestra o zurda, e incluso de qué idioma o dialecto hable.
La música a la que se esté expuesto en los primeros años de vida puede determinar la forma de percibirla años después. Parece incluso, que existen ilusiones acústicas de la misma forma que existen ilusiones ópticas. En un experimento llevado a cabo con la presentación de diferentes sonidos, se comprobó que los diestros tendían a escuchar los sonidos agudos por el altavoz que tenían situado a su derecha y los graves desde el de la izquierda, sin tener en consideración de dónde provenían. Con el grupo de personas zurdas no se seguía un patrón común.
Hay infinidad de sonidos que no somos capaces de discriminar, pues nuestro sistema auditivo sólo escucha lo que nos es útil para sobrevivir. Y no sólo lo escucha, sino que lo modifica para que nuestra percepción sea lo más útil posible, de ésta manera, la señal auditiva es ampliada y luego procesada por el cerebro, seleccionando lo que más le interesa. Así, somos capaces de entender conversaciones habladas aunque haya un gran ruido de fondo o que una madre se despierte en medio de la noche al escuchar el llanto de su bebé.
El sonido es también capaz de modificar el cerebro, a partir de los cinco o seis meses de vida comenzamos a utilizar la información auditiva, sobre todo si va a compañada de estímulos táctiles o visuales. El reconocimiento de los diferentes sonidos permite que nuestro cerebro vaya discriminándolos gracias a la ayuda del adulto, que enseña a escuchar especialmente la voz humana, la música y los ruidos más significativos de la vida cotidiana. Es la música el tipo de sonido que más influye en el desarrollo cerebral, según estudios realizados en los últimos años los niños que en su infancia han escuchado mucha música desarrollan especialmente algunas regiones sensoriales y motoras aumentando la conexión entre neuronas. Las últimas investigaciones afirman incluso, que la música puede ayudar a los niños al aprendizaje de las matemáticas, ya que parece ser que el procesamiento de ambas materias lo realizan las mismas áreas cerebrales.
Texto extraído del progama redes. Enlace al video AQUÍ
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