Hace mucho tiempo, miles de niños en el mundo no sabían distinguir qué estaba bien o mal. Eran capaces de pegar a su hermano pensando que aquello estaba bien hecho, o de estar arrepentidísimos por haber estado ayudando a mamá o haber recogido la habitación. Las hadas se pasaban todo el día explicando qué estaba bien o mal, y resultaba un trabajo tremendamente cansado y aburrido.
Chispa, una hadita divertida, pensó que alguna forma mejor tendría que haber de enseñar aquellas cosas, y se le ocurrió inventar una almohada parlanchina para Alicia, su niña favorita.
Al acostarse, la almohada preguntaba a la niña:
- Dime, niña ¿qué cosas has hecho hoy?
Y según Alicia le contaba cosas malas, comenzaba a hacer ruiditos molestos, y le salían bultos redondos e incómodos, de forma que la niña apenas podía dormir. Pero si contaba cosas buenas, la almohada parlanchina ronroneaba, le daba las buenas noches, y terminaba tocando una dulce y suave música hasta el día siguiente.
En muy poco tiempo, Alicia aprendió cómo hacer que su almohada tocara música todos los días, y la hadita Chispa decidió utilizar la almohada con otra niñita que le daba mucho trabajo. Al principio, Alicia tuvo miedo de olvidar qué estaba bien, pero recordó las palabras que oía cada noche, y se dijo a sí misma. " A ver, Alicia ¿qué has hecho hoy?"
Entonces, descubrió con agrado que ella misma sabía qué cosas había hecho bien o mal, y se dormía estupendamente cuando habia sido buena. Y como con la almohada, le costaba dormir si había hecho algo mal, y sólo se quedaba tranquila cuando se prometía arreglar todas sus faltas al día siguiente.
Fuente: http://cuentosparadormir.com
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