En 1936, Munro Leaf creó a un toro que, ignorante a su porvenir en la plaza, prefería dedicarse a oler las flores. Ajeno a la violencia que para él suponía la lidia, Ferdinando se mostraba como un toro pacífico y encantador. En 1938 Walt Disney estrenó la versión animada de Ferdinando y un año más tarde fue con él ganador de un Oscar.
Ferdinando es feliz en la dehesa. Ha crecido en el campo y saborea cada uno de los olores que ha ido almacenando con los años. Le gusta oler las flores, sentarse a contemplar e paisaje... Un día llegan a la dehesa unos hombres que buscan toros para la corrida de Madrid. Ferdinando prefiere retirarse; pero, sin darse cuenta, se sienta encima de una avispa que le pica. Furioso, emprende una carrera para aliviar el picor y los hombres creen haber encontrado el ejemplar más fiero para la corrida de Madrid. Pero... ¿qué hará Ferdinando en medio de la plaza si a él no le gusta pelear?
Ferdinando el toro, es una propuesta por la libertad de los derechos individuales y el respeto por la diferencia. Es un clásico de la literatura infantil y sorprende escrito hace 73 años siga siendo hoy un tema de máxima actualidad.
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1 comentarios:
Mis hijos lo han visto y les encanta. Sobre todo por el carácter tan plácido de Ferdinando.
Me parece genial educar en el respeto a los que son diferentes y más en estos tiempos que corren.
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