Para aplicar la técnica de relajación de modo conveniente hay que saber que el sueño se puede inducir de forma voluntaria.
El sueño es una necesidad fisiológica pero se aprende como un hábito. Las condiciones básicas previas al sueño son las siguientes:
- Disminución de la intensidad de los estímulos lumínicos y auditivos.
- Ralentización del ritmo respiratorio.
- Disminución del ritmo cardiovascular.
- Disminución de la temperatura corporal.
- Aumento de la secreción de la serotonina, hormona inductora del estado de hibernación previo al sueño.
La técnica de relajación progresiva de Jacobson, que es la que emplearemos, comienza por hacerle notar al niño a través de nuestra voz cómo le pesa cada parte de su cuerpo, miembro a miembro, y de arriba abajo, con los ojos cerrados.
Lo ha de sentir, y así se lo hemos de haber explicado, como si tuviera un imán que lo pega a la cama y no le deja levantar ni un músculo. Cuando se ha pasado por todas las partes del cuerpo, empezará a respirar muy lentamente, con inspiraciones y espiraciones que durarán cinco segundos y contará la madre o el padre. Lo ha de hacer como mínimo veinte veces.
Extraído del libro "Tengo miedo" de Mª Luisa Ferrerós.
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1 comentarios:
Excelente. Lo voy a aplicar en mi práctica. Un caso clínico ilustra la necesidad e importancia del buen descanso de los niños en: http://salud-para-todos.com.ar/contenido/mi-beba-se-angustia-hora-dormir
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