Algo precioso de El Jardín de Douglas...
Silencio, silencio...
me gusta estar callado
y oír cómo la lluvia
golpea en el tejado.
Silencio, silencio...
qué lindo estar callado,
mirar la pared blanca
y el piso colorado.
Silencio, silencio...
qué bueno estar callado,
oler café con leche,
saborear un helado.
Silencio, silencio...
no hay como estar callado,
sentir la almohada suave,
palpar el acolchado.
Silencio, silencio...
quedarme muy callado,
y oír cómo el silencio
se escucha en todos lados.
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2 comentarios:
Qué bonito, a ver si lo aprendo y lo uso en clase!
Es cierto, es precioso.
En esta sociedad tan movida no valoramos la herosura del silencio y el sosiego.
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