
me gusta estar callado
y oír cómo la lluvia
golpea en el tejado.

qué lindo estar callado,
mirar la pared blanca
y el piso colorado.

qué bueno estar callado,
oler café con leche,
saborear un helado.

no hay como estar callado,
sentir la almohada suave,
palpar el acolchado.

quedarme muy callado,
y oír cómo el silencio
se escucha en todos lados.
2 comentarios:
Qué bonito, a ver si lo aprendo y lo uso en clase!
Es cierto, es precioso.
En esta sociedad tan movida no valoramos la herosura del silencio y el sosiego.
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