Un niño le pregunta a otro - ¿Qué estás haciendo?
- Estoy escribiendo una cartita para mi novia.
- ¡Pero si tú no sabes escribir!
- ¡Bueno, y qué, ella tampoco sabe leer!
Tenía la boca tan pequeña, tan pequeña, que para decir tres tenía que decir: uno, uno, uno.
Unos papás tienen que salir de casa para hacer unos recados. Antes de irse, les recomiendan a sus hijos que no abran a nadie la puerta. - Nosotros nos llevamos nuestras llaves. Así que no abráis a nadie, ¡pero a nadie!. Podría ser un ladrón o alguien que viene a daros un buen susto. ¿Entendido?
Los niños asienten y prometen no abrir a nadie.
Al cabo de un rato llaman a la puerta. Recordando lo que sus padres les han dicho deciden no abrir. Pero el timbre vuelve a sonar. La niña un poco asustada le pregunta al hermano ¿Qué hacemos?. Y el niño tomando la iniciativa, e intentando poner un vozarrón de hombre, pregunta: ¿Quién llama a la peta?
Juanito recibe la visita de una de sus tías, que es muy poco agraciada y, sin más ni más, la llama fea. Su papá le riñe y le dice: ¡Hay que tratar con más respeto a los mayores. Anda, discúltpate con tu tía y dile que lo sientes!
Juanito, obediente, se gira hacia su tía y le dice: ¡Tía, siento que seas tan fea!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentarios:
jajajaja
Publicar un comentario