Pasos que se dan hacia un futuro en el que realmente se produzca la integración. "Música acústica y visual", la que nos ofrece Rapsoda. Espero que os guste la iniciativa.
Fomentar la alegría
25 ago 2011
La alegría es una de las emociones básicas del ser humano, junto con el miedo, la ira, la tristeza y la sorpresa. Es un estado de ánimo agradable, vivo, fresco y luminoso, generador de bienestar general, que produce altos niveles de energía y una disposición a la acción constructiva.
Ejercicios para mejorar la alegría a través del arte:
* Música. El niño desde el vientre materno comienza a sentir la vinculación entre el ser humano y el apasionante mundo del ritmo y los sonidos. El niño en el vientre materno se encuentra inmerso en un ambiente sonoro acuático: percibe la voz de la madre, su respiración, los latidos del corazón, el flujo sanguíneo, las palabras, la música y el ruido exterior atenuados por el líquido amniótico.
Una vez nacido su oído percibe el silencio de la soledad, los pasos, las palabras y la música lo sigue acompañando a través de nanas y canciones de cuna desgranadas a cualquier hora del día, las cuales acunan también esperanzas, miedos, sueños o proyectos sin que importen la tonalidad, el registro, o la afinación del intérprete. A través de ese repertorio vocal inaugural, aprenderá que la música no es sólo una sucesión de sonidos. Por la canción elegida y la forma en que esta es cantada, intuirá inconscientemente cuando en su madre se alternan la angustia y la alegría.
* Cuentos: es bueno acostumbrar al niño a escuchar narraciones desde la cuna, este prestar atención inicial le ayudará posteriormente en clase. Aunque en un principio no le interese la historia , siempre le interesará la voz de quien narra la historia, y aprenderá a distinguir tonos y cadencias.
* Canciones: no solo canciones infantiles y clásicas, también alimentan la alegría las canciones modernas, sus letras y sobre todo las melodías le quedan al niño en la memoria desde el año y medio aproximadamente. Como ejemplo de puede jugar a silbar una melodía y preguntar al niño por el nombre de la canción.
* Instrumentos de acompañamiento, no los compre, fabríquelos con el niño y déle uno cualquiera para poner a prueba su capacidad y sentido del ritmo. Se quedará asombrado. Y el niño entretenido, pero recuerde estos son ejercicios para mejorar su alegría, es decir, no le regañe porque tenga mal oído (que también puede darse). Hacer música con los niños debe ser un placer para los dos, o para cuantos quieran participar en improvisada orquesta.
* Artes plásticas: no espere a que el niño entre en el colegio para ofrecerle la posibilidad de ejercitar sus habilidades artísticas y desarrollar con ellas la alegría de vivir haciendo. Deje que pinte, esculpa y haga recortes desde los diez meses. No importan lo garabatos, lo importante es el esfuerzo por hacer, por conseguir objetos artísticos, y por lograr alegría al mostrar sus resultados. Cuelgue los dibujos de la nevera con imanes, el niño apreciara su apreciación. Modifique el orden, con que en cualquier ventana pone “sus esculturas”. Es tenerlas en cuenta. Deje que se ensucie convenientemente (es decir con pintura que se lava) y a partir de los tres años déjele manejar una tijeras para recortar y pegar sus “collages”.
Puedes leer el artículo completo en:
http://www.fundacionbelen.org/formacion/fomentar_alegria.html
Ejercicios para mejorar la alegría a través del arte:
* Música. El niño desde el vientre materno comienza a sentir la vinculación entre el ser humano y el apasionante mundo del ritmo y los sonidos. El niño en el vientre materno se encuentra inmerso en un ambiente sonoro acuático: percibe la voz de la madre, su respiración, los latidos del corazón, el flujo sanguíneo, las palabras, la música y el ruido exterior atenuados por el líquido amniótico.
Una vez nacido su oído percibe el silencio de la soledad, los pasos, las palabras y la música lo sigue acompañando a través de nanas y canciones de cuna desgranadas a cualquier hora del día, las cuales acunan también esperanzas, miedos, sueños o proyectos sin que importen la tonalidad, el registro, o la afinación del intérprete. A través de ese repertorio vocal inaugural, aprenderá que la música no es sólo una sucesión de sonidos. Por la canción elegida y la forma en que esta es cantada, intuirá inconscientemente cuando en su madre se alternan la angustia y la alegría.
* Cuentos: es bueno acostumbrar al niño a escuchar narraciones desde la cuna, este prestar atención inicial le ayudará posteriormente en clase. Aunque en un principio no le interese la historia , siempre le interesará la voz de quien narra la historia, y aprenderá a distinguir tonos y cadencias.
* Canciones: no solo canciones infantiles y clásicas, también alimentan la alegría las canciones modernas, sus letras y sobre todo las melodías le quedan al niño en la memoria desde el año y medio aproximadamente. Como ejemplo de puede jugar a silbar una melodía y preguntar al niño por el nombre de la canción.
* Instrumentos de acompañamiento, no los compre, fabríquelos con el niño y déle uno cualquiera para poner a prueba su capacidad y sentido del ritmo. Se quedará asombrado. Y el niño entretenido, pero recuerde estos son ejercicios para mejorar su alegría, es decir, no le regañe porque tenga mal oído (que también puede darse). Hacer música con los niños debe ser un placer para los dos, o para cuantos quieran participar en improvisada orquesta.
* Artes plásticas: no espere a que el niño entre en el colegio para ofrecerle la posibilidad de ejercitar sus habilidades artísticas y desarrollar con ellas la alegría de vivir haciendo. Deje que pinte, esculpa y haga recortes desde los diez meses. No importan lo garabatos, lo importante es el esfuerzo por hacer, por conseguir objetos artísticos, y por lograr alegría al mostrar sus resultados. Cuelgue los dibujos de la nevera con imanes, el niño apreciara su apreciación. Modifique el orden, con que en cualquier ventana pone “sus esculturas”. Es tenerlas en cuenta. Deje que se ensucie convenientemente (es decir con pintura que se lava) y a partir de los tres años déjele manejar una tijeras para recortar y pegar sus “collages”.
Puedes leer el artículo completo en:
http://www.fundacionbelen.org/formacion/fomentar_alegria.html
¿Benefician o perjudican los juegos de rol?
17 ago 2011
A los juegos de rol, como a muchas otras cosas en la vida, se los critica por desconocimiento. Los juegos de rol surgieron en 1974 y se popularizaron en España mucho después. La mayor parte de padres y abuelos no los conocieron durante su formación como personas y siempre se teme lo que se desconoce. Sin embargo seguro que nuestros padres y abuelos jugaron en su infancia a “indios y vaqueros” o “policías y ladrones”, lo cual no deja de ser un juego de rol. ¿Fueron perjudiciales para ellos estos juegos? ¿Son perjudiciales las películas de terror, de acción o de fantasía? ¿Promueven el satanismo, la violencia o a aislarse de la realidad? Pues igual de peligrosos que estas películas son los juegos de rol.
Los juegos de rol, como muchas otras cosas, han sido demonizados desde el desconocimiento por los medios de comunicación de masas, siempre en busca de carnaza. No existe relación causa-efecto entre los juegos de rol y las patologías mentales. Las personas con determinadas patologías mentales pueden confundir realidad y ficción, confundiendo elementos de ficción que observan en el cine, los videojuegos, la literatura o los juegos de rol con elementos reales de su vida. Culpabilizar al rol de esos problemas es tan absurdo como culpabilizar al fútbol de la violencia de sus aficionados (que llegan a matar a otros aficionados) o al cine porque tras ver Superman un niño se tire por la ventana.
Habría que buscar la causa de estos problemas en otro sitio, profundizando en ella para solucionarlos y no quedándonos en los tópicos fáciles como el fútbol es malo, los videojuegos son malos, los juegos de rol son malos. Ahora bien, si es muy cierto que no todos los juegos de rol son adecuados para todas las edades, como tampoco todas las películas, comics, videojuegos o novelas lo son. Los juegos de rol tienen calificaciones de edad y los hay que solo son adecuados para adultos. La forma mas sencilla de saber si un juego de rol es apropiado para un niño (además de comprobar la calificación de edad) es echándole un vistazo. Si por cualquier motivo se observa que un juego no es adecuado para ese niño lo más normal es buscar otro que convenza tanto al niño como a su educador. Sigue leyendo...
Los juegos de rol, como muchas otras cosas, han sido demonizados desde el desconocimiento por los medios de comunicación de masas, siempre en busca de carnaza. No existe relación causa-efecto entre los juegos de rol y las patologías mentales. Las personas con determinadas patologías mentales pueden confundir realidad y ficción, confundiendo elementos de ficción que observan en el cine, los videojuegos, la literatura o los juegos de rol con elementos reales de su vida. Culpabilizar al rol de esos problemas es tan absurdo como culpabilizar al fútbol de la violencia de sus aficionados (que llegan a matar a otros aficionados) o al cine porque tras ver Superman un niño se tire por la ventana.
Habría que buscar la causa de estos problemas en otro sitio, profundizando en ella para solucionarlos y no quedándonos en los tópicos fáciles como el fútbol es malo, los videojuegos son malos, los juegos de rol son malos. Ahora bien, si es muy cierto que no todos los juegos de rol son adecuados para todas las edades, como tampoco todas las películas, comics, videojuegos o novelas lo son. Los juegos de rol tienen calificaciones de edad y los hay que solo son adecuados para adultos. La forma mas sencilla de saber si un juego de rol es apropiado para un niño (además de comprobar la calificación de edad) es echándole un vistazo. Si por cualquier motivo se observa que un juego no es adecuado para ese niño lo más normal es buscar otro que convenza tanto al niño como a su educador. Sigue leyendo...
Posible relación entre la dislexia y los problemas con el ritmo musical
8 ago 2011
Investigadores de la Universidad de Cambridge, aseguran que la dislexia que sufren muchos niños, creándoles dificultades en la lectura, puede estar relacionada con un problema mayor para detectar los patrones rítmicos de música, según informa Europa Press.
Según explican los autores de este hallazgo, Martina Huss y Usha Goswami, en un artículo en la revista 'Cerebral Cortex', en la investigación se encargó a un grupo de niños de 10 años, con y sin dislexia, la tarea de escuchar una serie de canciones cortas basadas en simples estructuras métricas que, en ocasiones, apenas variaban entre si en apenas una nota.
Los niños tenían que comparar estas canciones por parejas y decidir si sonaban iguales o diferentes, lo que llevó a los investigadores a descubrir que no era la percepción de la duración de las notas lo que condicionaba el éxito de los niños, sino la percepción del tiempo de subida, es decir, lo que tarda un sonido en alcanzar su máxima intensidad.
Según explican los autores, a la hora de hablar, el tiempo de subida de una sílaba es el tiempo que se necesita para pronunciar la vocal. De este modo, por ejemplo, se considera que las sílabas tónicas tienen más tiempo de subida, siendo por tanto una señal importante que ayuda en la percepción de la regularidad rítmica en el habla.
Con estos datos, observaron que los niños con dislexia tenían más problemas a la hora de seguir estos ejercicios musicales, incluso cuando se presentaban melodías simples con apenas unas notas de diferencia, lo que pone de manifiesto una fuerte relación entre la capacidad de percibir la estructura métrica de la música y la lectura.
A raíz de este estudio, los investigadores sostienen que la capacidad de percibir la alternancia de sílabas tónicas y átonas es fundamental para distinguir la fonología del lenguaje.
Además, como el ritmo es más evidente en la música que en el lenguaje, sugieren que las intervenciones tempranas basadas en juegos musicales pueden ofrecer beneficios antes insospechados para aprender a leer.
Vía: www.bebesymas.com
Según explican los autores de este hallazgo, Martina Huss y Usha Goswami, en un artículo en la revista 'Cerebral Cortex', en la investigación se encargó a un grupo de niños de 10 años, con y sin dislexia, la tarea de escuchar una serie de canciones cortas basadas en simples estructuras métricas que, en ocasiones, apenas variaban entre si en apenas una nota.
Los niños tenían que comparar estas canciones por parejas y decidir si sonaban iguales o diferentes, lo que llevó a los investigadores a descubrir que no era la percepción de la duración de las notas lo que condicionaba el éxito de los niños, sino la percepción del tiempo de subida, es decir, lo que tarda un sonido en alcanzar su máxima intensidad.
Según explican los autores, a la hora de hablar, el tiempo de subida de una sílaba es el tiempo que se necesita para pronunciar la vocal. De este modo, por ejemplo, se considera que las sílabas tónicas tienen más tiempo de subida, siendo por tanto una señal importante que ayuda en la percepción de la regularidad rítmica en el habla.
Con estos datos, observaron que los niños con dislexia tenían más problemas a la hora de seguir estos ejercicios musicales, incluso cuando se presentaban melodías simples con apenas unas notas de diferencia, lo que pone de manifiesto una fuerte relación entre la capacidad de percibir la estructura métrica de la música y la lectura.
A raíz de este estudio, los investigadores sostienen que la capacidad de percibir la alternancia de sílabas tónicas y átonas es fundamental para distinguir la fonología del lenguaje.
Además, como el ritmo es más evidente en la música que en el lenguaje, sugieren que las intervenciones tempranas basadas en juegos musicales pueden ofrecer beneficios antes insospechados para aprender a leer.
Vía: www.bebesymas.com
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