¿Por qué deberíamos enseñar a pensar?
En todo proceso de pensamiento se dan dos elementos: el pensamiento en sí (la acción de pensar) y lo pensado, el objeto del pensamiento.
Sin embargo, llevar a cabo estos procesos no es exactamente pensar.
Estas son destrezas de pensamiento, pero, ejecutadas mecánica o
aisladamente, no suponen verdadero pensamiento. Es necesaria una
ejecución consciente de estos procesos para que puedan considerarse
pensar. Por ejemplo, la comparación entre dos cosas o hechos puede
arrojar un sinnúmero de características comunes, pero hará falta la
capacidad de discriminación del estudiante para distinguir cuáles son
pertinentes y cuáles no. Con la infusion centramos el foco de nuestra atención en el pensamiento, no en lo pensado, y podemos mejorar la ejecución de estas destrezas.
Texto extraído de: http://enlaescuela.aprenderapensar.net/
Para más información, podéis leer los siguientes enlaces: ¿Qué es la infusion? Ejemplos concretos parte 1, parte 2, parte 3. Y sobre todo os recomiendo ver el vídeo Escuela para padres.